La Contribución Solidaria a la Educación Superior es una realidad para el país
Jul. 10, 2018
Con la sanción presidencial de la Ley 1911 de 2018, se crea la Contribución Solidaria a la Educación Superior y se dictan otras disposiciones sobre los mecanismos y las estrategias para lograr la financiación sostenible de la educación superior.
Este sistema financiará el acceso y la permanencia en Educación Superior de jóvenes colombianos, que contribuirán al sistema cuando perciban ingresos, garantizando que una nueva generación pueda estudiar.
Dentro de las disposiciones de esta Ley, se establece además que los créditos y becas otorgados por el ICETEX estarán destinados a financiar programas en instituciones de Educación Superior que cuenten con el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación Nacional.
Bogotá, D.C, 10 de julio de 2018. El país ya cuenta con la Contribución Solidaria a la Educación Superior. Con la sanción de la Ley 1911 de 2018 por parte del presidente de la República, Juan Manuel Santos, se crea este sistema, fundamental para lograr la financiación sostenible de la educación superior.
La Contribución Solidaria a la Educación Superior es un fondo a través del cual se financiará el acceso de jóvenes a esta formación y la permanencia en este. Ellos contribuirán al sistema cuando perciban ingresos, garantizando que una nueva generación pueda estudiar.
El objetivo del sistema de Contribución Solidaria es mejorar el acceso a la educación superior mediante un esquema solidario en el cual los estudiantes beneficiarios reciben apoyo en matrícula y sostenimiento, y cuando ingresan a la vida laboral aportan de regreso los montos recibidos de acuerdo con su nivel de ingreso, en un porcentaje del 6% al 19%. Si el beneficiario fallece desaparece el ingreso y cesa la contribución.
Mayor cobertura para financiar el acceso a la educación superior
También, como parte de las disposiciones de este Ley se modificó lo contemplado en el artículo 61 del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 que establecía que créditos y becas de ICETEX estuvieran destinados únicamente a financiar programas que cuenten con acreditación de alta calidad o en Instituciones de Educación Superior (IES) con esta acreditación. Así, el artículo 47 de la Ley 1911 establece que a partir de ahora los créditos y becas del ICETEX estarán destinados a financiar programas en IES que cuenten con el reconocimiento oficial deI Ministerio de Educación Nacional o quien haga sus veces, como prestadoras del servicio público de educación superior.
Contribución solidaria y transformadora
A través de la Contribución Solidaria los beneficiarios podrán recibir la financiación de la matrícula y de sostenimiento para cursar sus estudios en educación superior, y elimina barreras establecidas para acceder a un crédito tradicional y crédito condonable. Así, el sistema se convierte en una herramienta para cerrar las brechas para el acceso y la permanencia en el sistema de educación superior. Los beneficios para los beneficiarios son los siguientes:
- No necesitan codeudor
- No hay cobro de interés
- No hay proceso de cobranza
- No hay reportes en centrales de riesgo.
- No existen la mora ni los intereses de mora
- No se requiere estudios de financiación
- No capitaliza intereses
- La contribución será de acuerdo con el nivel de ingreso
- Solo se realiza contribución cuando se esté percibiendo un ingreso.
En este esquema participarán estudiantes, universidades, entidades gubernamentales y territoriales y el sistema de Planilla Integrada de Aportes y Contribuciones -PILA- a través de los cuales los beneficiarios activos realizarán la contribución respectiva. Los estudiantes beneficiarios activos de este sistema deberán realizar la contribución, cuando estén recibiendo un ingreso a través de una actividad laboral reglamentaria. En el caso que no esté recibiendo ingresos no tiene que realizar la contribución.
La Contribución Solidaria a la Educación Superior está basado en el modelo de Financiación Contingente al Ingreso (FCI), implementado con éxito desde hace tres décadas y que ya se ha implementado en 12 países. Su presencia tiene un puente hacia los desafíos que el país está asumiendo, retos que responden también a realidades determinadas por una sociedad más equitativa.
Esta sistema plantea un camino por explorar, de características solidarias y que parte de reconocimiento social y económico de cada beneficiario en una sociedad que apuesta a mayores y mejores oportunidades para sus jóvenes.