El futuro de las capacidades ante un lustro de transformaciones. Por Álvaro Urquijo, presidente del ICETEX

28 de marzo de 2025

Fotografía presidente del ICETEX Álvaro Urquijo Gómez

La inteligencia artificial transforma empleos, pero solo la educación transforma sociedades

 

Por Álvaro Urquijo Gómez
Presidente del ICETEX

 

El mundo está cambiando de manera vertiginosa. Es una realidad cada vez más evidente, una noción también que marca nuestra actualidad y que nos está definiendo como sociedad hacia los próximos años y décadas. Los pasos naturales de la evolución hoy se configuran en saltos de una realidad cambiante y muchas veces artificial; como planeta, nos encontramos ante una revolución inevitable. 

Los múltiples estudios, informes y congresos que abordan los asuntos públicos del mundo nos advierten sobre un panorama de cambio profundo. Uno de ellos es el Informe sobre el futuro del empleo 2025, publicado a inicios de este año por el Foro Económico Mundial, que retrata un camino retador: la disrupción en el mercado del trabajo de aquí a 2030 equivaldrá al 22% de los empleos, es decir, que este porcentaje de los trabajos actuales cambiará por transformación estructural que afecta la creación y desaparición de oficios y competencias, tanto humanas como tecnológicas. 

Dentro de sus principales hallazgos la proyección señala que durante los cinco años que vienen, si bien 92 millones empleos serán desplazados, se crearán 170 millones de nuevos empleos, lo que refleja un incremento neto de 78 millones de estos. Sin embargo, las nuevas ofertas laborales dependen de un urgente mejoramiento de las capacidades de los trabajadores. 

 



 

El informe se realizó luego de utilizar los datos de más de 1000 empresas líderes encuestadas, las cuales representan a 14 millones de empleados que hacen parte de 22 grupos de industrias y 55 economías alrededor del planeta. El estudio atribuye este escenario a los avances tecnológicos -específicamente, la irrupción de la inteligencia artificial-, los cambios demográficos, las tensiones geoeconómicas y las presiones económicas, factores todos que ocupan los principales titulares de las noticias de cualquier país. 

El estudio es esclarecedor para fomentar conciencia sobre el escenario global que nos espera, es también una invitación a actuar como sociedad, porque dichas transformaciones exigen cambiar nuestro punto de vista sobre el nuevo mundo en que estamos construyendo. 

Los cambios en la tecnología, la economía, la demografía y la transición verde determinarán la generación y extinción de empleos en el siguiente lustro, y son precisamente los relacionados con el desarrollo tecnológico (como son la IA, los datos y ciberseguridad) y las áreas fundamentales de la actividad económica (entre las que se destacan la prestación de cuidados, la educación, la agricultura, la ganadería y el reparto a domicilio) los empleos que crecerán con mayor rapidez. Las habilidades humanas, como el pensamiento creativo, la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad, seguirán siendo esenciales. La combinación de estas capacidades mencionadas será aún más relevante en esta rápida evolución. 

 


 

 

El panorama convoca acciones colectivas entre los diferentes sectores y los creadores de políticas para reducir el desfase en las cualificaciones. Las áreas de conocimiento y especialización están mutando de manera vertiginosa, y es la oferta educativa la que debe responder a las exigencias de una etapa histórica para comprender el futuro. La demanda de los programas de educación superior para 2030 mostrarán un panorama muy interesante y diferente a la realidad actual. El ICETEX, como entidad que facilita el acceso a la educación superior, también conecta a los jóvenes con nuevas oportunidades a lo largo de su proceso formativo: antes, durante y después de sus estudios, se articula a este panorama cambiante.  

Cada vez son más frecuentes las apuestas conjuntas para que los colombianos accedan a estos nuevos programas. El ICETEX, el Ministerio TIC y la Organización Internacional de Trabajo firmaron en recientes días la alianza con el que el SENATIC, el programa de formación en habilidades digitales más ambicioso de Colombia, llega a los beneficiarios de la Comunidad ICETEX con 234.000 cupos gratuitos para cursos enfocados en áreas emergentes como inteligencia artificial, analítica de datos, ciberseguridad y computación en la nube, entre otras.

El país ya se sumerge ante las nuevas condiciones: hace solamente unas semanas fue aprobado el Conpes de la Política Nacional de Inteligencia Artificial, fruto del trabajo conjunto entre los ministerios TIC; de Ciencia, Tecnología e Innovación; y de Comercio, Industria y Turismo, y los departamentos  Nacional de Planeación y Administrativo de la Presidencia de la República, que permitirán al Estado ejecutar acciones que materialicen esta tecnología de manera estratégica y sostenible pero con la mira puesta en el enorme potencial que representa para fortalecer la productividad y la innovación. 

 


 

 

También, en el último mes, el Ministerio de Educación anunció la destinación de 3.200 millones de pesos para el desarrollo de la IA en la educación superior y marcan, a su vez, el inicio del debate abierto sobre el futuro de esta inteligencia en las aulas del país y la integración de dicha tecnología en la formación universitaria. El debate está conllevando a acciones urgentes. 

La Política Pública de IA es un paso necesario que responde a uno de los avances más disruptivos en la historia de la humanidad y nos debe sumar como país ante los retos de una transformación social y económica. El llamado que plasma el Informe sobre el futuro del empleo implica el esfuerzo global que debe construirse desde las capacidades de todos los actores involucrados. Pocas veces la historia convoca a tantos sectores a repensar la realidad inmediata de una civilización que se transforma y que debe hacerlo de manera sostenible. Hagamos de este enorme desafío un triunfo para la sociedad.